domingo, 9 de octubre de 2016

LA PROFECÍA DEL SILENCIO

Por Dan Keying

Entre las muchas profecías de los nativos americanos Hopi, registradas en el tiempo, hay una que parece haber sido olvidada... es la "Profecía del Silencio".

Se narra que esta profecía proviene de una de las tribu ubicadas en el extremo noreste de Arizona, en los Estados Unidos, rodeada por la reserva Navajo. Incluso hoy en día, muchos de ellos no se han olvidado de las antiguas enseñanzas dictadas a lo largo de los siglos... En esos tiempos los Hopi y todos los que fueron salvados del gran diluvio hicieron un pacto sagrado con el Gran Espíritu. "Nosotros los Hopi hacemos un juramento según el cual nunca nos alejaremos de Él. En nuestra opinión, las leyes del Creador no se pueden cambiar, ni pueden ser violadas. Para los Hopi el Gran Espíritu es omnipotente”.

Esta es la razón por la que los indios Hopi no temen a la muerte... "La muerte forma parte de los cambios que de forma cíclica atraviesan nuestro tiempo y a veces se producen en el mundo, por lo tanto, debe saberse cómo hacerles frente sin temerlos. El concepto de la muerte debe ser visto como una renovación del espíritu... sólo alcanzando plenamente este concepto con la Consciencia aprenderemos que la vida no tiene fin".

La Profecía del Silencio

"Infinito es el eco del silencio por el que se manifiesta el temor de perderse a sí mismo mientras se espera en vano una respuesta de quien, con el tiempo, parece no volver jamás... A veces el silencio tiene el poder de matar si no se aprende a "escucharlo", dentro de éste se esconde en realidad la más viva de las respuestas... se trata sólo de alcanzarla y una vez conquistada podremos oír en éste la voz.

Esta Profecía se desarrolla en el espíritu de aquellos que han emprendido el camino del no retorno y que excavan en la oscuridad del silencio a la búsqueda de una respuesta. Cualquiera de nosotros es libre de sentirse pertenecer a esto que se narra en esta profecía... ya sea hombre o mujer; Es la historia de un joven Hopi que vino de su remota tierra ancestral. Él esperaba desde hace mucho tiempo una "señal" del Gran Espíritu y durante el largo viaje en el camino del silencio tuvo la oportunidad de conocer a fondo lo que estaba sucediendo con el ser humano... de cómo la prisión creada a su alrededor estaba apagando la luz dentro del corazón de muchas personas.

Con el tiempo, aún lejos de su propia tribu, fue capaz de aprender el verdadero significado de la Esencia de la Vida, liberándose de las reglas sofocantes de un sistema diseñado específicamente para desviar los sentidos humanos dentro de un patrón de vida de tipo de material.

Esta seductora e ingeniosa "trampa" la conocía desde hacía mucho, por eso su corazón lo condujo por un camino diferente y peligroso, que va más allá de cualquier ideología ilusoria y esquemática. Más tiempo pasaba y más se encontraba en la sombra de un silencio carente de respuestas y esto lo alejaba irremediablemente de sus iguales y de la vida misma que lo rodeaba. De hecho estaba dentro de un verdadero concepto de pura "Fe", del cual no saldría nunca más.

En lo profundo de las más remotas sensaciones, desde siempre él siente que el día del retorno de los Señores de las Estrellas está cada vez más cercano y cree que Su "silencio", que continua desde hace siglos, representa la última de las grandes pruebas que aquellos como él deberán superar... el último de los exámenes... antes de poder ver retornar sobre su planeta los "escudos espaciales". Un último esfuerzo durante el cual se tendrá que aprender a escuchar las vibraciones de la propia alma, sólo entonces el Gran Espíritu se mostrará.

Él afirma que un día la humanidad, durante los tiempos finales, se dividirá en base a las elecciones de sus trayectorias de vida. Cuando se produzcan los catastróficos acontecimientos, muchos seres humanos se hundirán en el miedo y para ellos será demasiado tarde poder cambiar de dirección, ellos padecerán una derrota directa en el espíritu, debido a sus propias elecciones materialistas. No encontrarán ningún tipo de refugio donde esconderse, ni podrán "comprar" o "canjear" apoyo y protección, todo el mundo será completamente libre de la máscara con la cual actuaban en la vida material.

Aquellos pocos seres humanos que permanezcan firmes a los sanos principios de la vida y de la armonía espiritual tendrán que pasar, de todos modos, el más difícil de los exámenes. Un silencio opresivo causará una enorme inquietud en los corazones de los verdaderos creyentes; perdidos... incluso muchos de ellos confiarán únicamente en los instintos humanos y no serán capaces de acercarse lo suficiente al Gran Espíritu. Mientras otros, los pocos que queden, superarán el último real sufrimiento simplemente... al seguir creyendo. Accediendo así al único refugio que puede protegerlos.

Sólo cuando el silencio opresivo alcance su punto culminante dentro de sus almas... tendrá lugar la más deslumbrante de las revelaciones. La Gran Puerta del Tiempo se abrirá, las distintas dimensiones se entrelazarán al unísono y los brillantes Escudos Espaciales volverán numerosos... hasta cubrir todo el cielo. Los Señores de las Estrellas revelarán así todo su esplendor y extenderán la mano a quien verdaderamente esté listo. Los humanos que serán capaces de alcanzar el Divino con su propio espíritu... finalmente "verán y sabrán".

La larga espera en la oscuridad del silencio llegará a su conclusión, los elegidos podrán así emprender un nuevo camino hacia un nuevo mundo, dejando atrás para siempre la angustia de aquel interminable silencio... que como por encanto se habrá transformado en gloria."


Cuando quites esa máscara
de tu corazón
y la sostengas al silencioso cielo nocturno
no dejes que nada se remueva en tu interior.
Deja que los vientos dancen con el perdón.
Respira esa esencia de Mí
y deja que viva dentro de ti
fluyendo bajo la guía de tu corazón.

Si tomas la mano de Dios
ahí contigo
puedes sentir la unidad en cada mirada.

Yo soy el Soberano que está en todas las formas de vida
y paso entre vosotros
en el olvido de vuestra respiración,
y en los latidos de vuestros corazones...

Fragmento de: Yo Vivo Donde Tú Vives
James Mahu Nahi